Sr. Director:

Con buen sabor de boca leo su artículo respecto del porqué es homófobo.

Nunca lo había pensado de esa manera, pero he de decir que comparto su punto de vista, al igual que usted, aborrezco la homosexualidad, mas no al homosexual, pues a pesar de su condición no deja de ser un humano.

Más que fobia, asco o disgusto, siento tristeza que personas en dicha condición sean juzgadas y al ser incomprendidas, se aferren más a su pseudo-condición de homosexuales. 

Digo pseudo porque una aberración nunca será natural, y al final no les deja nada bueno.  Como bien lo menciona, es un camino seguro a la degradación como persona y a la muerte.

Ojalá tenga la oportunidad de sacar a uno de estos compis.
Pero, cómo pueden ellos recapacitar si en lugar de tener un padre que les guíe y les perdone pero les corrija con cariño, están en una sociedad que les insulta y les humilla?  Con esto no se logra un efecto contrario? 

No se aferran más ellos en ser algo que no son y en ser algo que les daña?  No es esta actitud la que les impulsa a hacer sus marchitas del orgullo y todo lo que le acompaña?

Marcos E. Martinez Abularach

mtz.abularach@hotmail.com