No se ilegalizará el partido sino sólo algunas listas

El informe de la Guardia Civil era claro: ANV está sometida a ETA. La misma conclusión que la arrojada en relación a ASB y al PCTV. Pero el Gobierno insiste en hacer ejercicio de cintura. Veamos: es verdad que ANV es un partido legalizado desde hace 30 años y que nunca ha sido sometido a la lupa de la Sala del 61 del Supremo. Si antes pasaba los filtros, habría que justificar muy bien por qué ahora no los pasa.

Por otra parte, la corta jurisprudencia en este asunto enseña también que el hecho de que alguien fuese etarra o ‘batasuno' no impide ‘per se' presentarse a las elecciones, porque se impediría la posibilidad de la recuperación. Vamos, que el Estado debe dejar las puertas abiertas a la reaserción de los etarras, siempre dispuestos a ‘bajar del monte'.

Esto es lo que argumentan los garantistas. Los mismos que hace unos años argumentaban que los partidos no se podían ilegalizar porque delinquen las personas, no las instituciones. La voluntad política de entonces, permitió sacar a Batasuna de las instituciones. La flexibilidad del Ejecutivo Zapatero permite un sí, pero no, ambiguo. E mejor caldo de cultivo para la izquierda abertzale que podrá explotar el victimismo al tiempo que aprovecharse de las instituciones.

Y así –como hemos informado- se podrá cumplir con el Pacto Antiterrorista y la Ley de Partidos y al mismo tiempo con Batasuna, que mantiene como prioridad nº 1 regresar a las instituciones. Se ilegaliza ASB, cerca de la mitad de las listas de ANV y la mayoría de las agrupaciones electorales. Pero se salvan algunas listas de ANV –su segunda marca, según reconoce la propia ETA en la documentación incautada al comando Donosti- y el PCTV, ETA a todos los efectos, según señala un informe de la Guardia Civil.

Es verdad –como dice López Garrido- que "no se colará ninguna lista". Pero también es verdad que no se colará ninguna lista con informes castrados y un criterio más bien laxo por parte del Gobierno. La misma laxitud que permite a De Juana salir del hospital a darse unos paseos con su novia o de compras por San Sebastián. Ese es el problema. Conclusión: ETA regresará a las instituciones. Y todavía sigue en el aire la pregunta que formulara el presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa: ¿a cambio de qué? El Gobierno paga un precio político. ¿Cuál es la contrapartida?