Sr. Director:
El Gobierno catalán gastó el año pasado la friolera de 5.300 euros por habitante.

 

Es una cantidad desorbitada. Para hacerse una idea, la Generalitat de Cataluña gastó en 2010 el doble que una región federal de Bélgica y bastante más que un estado federal de Alemania. Esto es un modelo insostenible y además la pregunta es obvia: ¿a dónde y a quién va a parar tanto dinero que maneja la Generalitat? 

Los ciudadanos no lo notamos en los servicios que recibimos. Da la impresión que el Gobierno catalán se ha convertido en un auténtico pozo sin fondo del gasto donde la gestión y las prioridades no son las que deberían.

Ana María Marco