Sr. Director: 

La única esperanza de que España no se suicide consiste en la derrota absoluta y sin paliativos de ese patético incompetente de Zapatero. Una derrota tras la cual no tenga más remedio que volverse a su casa y que tome las riendas del partido, por ejemplo Bono, quien no tendrá más remedio que refundarlo. En caso contrario, podemos ir despidiéndonos de nuestro país tal y como lo conocemos, y los veinticinco últimos años de prosperidad habrán sido sólo un espejismo. El canto del cisne.

Raúl López 

Raloa@hotmail.com