Mientras Francia expulsa a Sacyr, la Generalitat catalana prorroga el contrato con Orange. Y más: EDF hace caso omiso de los ‘consejos' del Gobierno para que abandone la caza de Iberdrola.

Mientras, Jaime Echegoyen, consejero delegado de Bankinter, acosado por Crédit Agricole habla de respuestas "a la francesa". Ejemplo máximo de cainismo en Ecuador: el ex-presidente del Gobierno, Felipe González ha intentado que Telefónica no renueve en Ecuador... en beneficio de su patrón, el mexicano Carlos Slim.   Lo de Francia con la constructora española Sacyr Vallehermoso ha sido ensañamiento. El presidente galo, Nicolás Sarkozy, prometió a su homólogo español, Rodríguez Zapatero, una solución pactada entre la constructora francesa Eiffage y la española, que poseía el 33% del capital. No sólo ha incumplido su promesa, sino que ha intentado meter en la cárcel al presidente de Sacyr, Luis del Rivero, y han provocado una minusvalía tras forzar el precio a la baja, mediante la confabulación del aparato financiero francés -público- y de las actitudes ultranacionalistas -y corruptas-. Como demostró en su día Hispanidad, con una carta de un Senador que exigía al presidente del regulador de mercados -presuntamente independiente- francés (AMF) que expulsara a los españoles de Sacyr, el Sistema político y financiero francés ni tan siquiera se molesta en guardar las formas. Y, en cualquier caso, Sarkozy prometió a ZP terminar con el pitorreo... y no le ha hecho ni caso.

No sólo eso: desde el Elíseo hacen mofa de La Moncloa cuando pide que la francesa EDF abandone su acoso a Iberdrola. Los franceses responden que lo que se da no se quita y que en la Cumbre francesa de enero recibieron el visto bueno del propio, e insensato, presidente del Gobierno español para entrar en Iberdrola. Y aún amenazan con la OPA, aunque, según la plana mayor de la eléctrica que preside Ignacio S. Galán, "juegan de farol".

Pero el Gobierno galo no tiene medida. Mientras todo esto ocurre, Crédit Agricole continúa su acoso al español Bankinter, de Jaime Botín. Recuerden que cuando Société Générale entró en crisis, Nicolás Sarkozy se apresuró a exigir, contraviniendo el pilar fundamental de la Unión Europa, la libre circulación de capitales, que ningún banco extranjero debería atreverse a pujar pero la Société.

Sin embargo, Crédit Agricole (20% del capital de Bankinter) recibió el visto bueno del Banco de España para alcanzar un 30%  ahora pretende tener presencia en el Consejo de Administración. Como ha afirmado en la mañana del viernes el consejero delegado de Bankinter, Jaime Echegoyen, ésta es una situación que exige respuestas "a la francesa", es decir, no permitirles entrar en el capital... por el artículo 33. Para Jaime Botín o para Luis del Rivero, simplemente estamos hablando de "el mal francés", como antaño se conocía a la sífilis.

De cualquier forma, la batalla por Endesa o la expulsión de Abertis de Italia ha dejado claro que la falta de reciprocidad francesa no sería posible si no fuera por el cainismo español, los enfrentamientos internos constante entre regiones, entre la izquierda y la derecha y entre los primeros espadas de la vida económica española.

Por ejemplo, la Generalitat catalana no sólo apremia a Iberia -el nombre le debe sonar fatal- sino que favorece al competidor de la operadora española Telefónica (competidora y denunciadora ante Bruselas y ante la CMT): Orange, o lo que es lo mismo, France Telecom, se embolsará 9 millones de euros más gracias a la decisión de la Generalitat de Cataluña de prorrogar un año el contrato de sus móviles. Amena, convertida después en Orange, consiguió a finales del 2003 el contrato de los servicios de telefonía móvil de todos los departamentos y funcionarios de la Generalitat. Ese contrato vencía a los cuatro años, el 13 de noviembre de 2007 pero la Secretaria de Telecomunicaciones dominada por ERC, los socios de Montilla en la Generalitat, decidieron prorrogarlo en dos ocasiones, alegando motivos técnicos.

Y hace 10 días se cerraba el plazo de presentación de ofertas para el nuevo concurso, un contrato de 27 millones de euros para tres años, pero hasta el verano no se conocerá quién se lo lleva y el nuevo, si es que hay nuevo operador, no prestará servicio hasta el mes de noviembre de este año.

La filial de France Telecom ha conseguido así alargar su contrato un año (el anterior expiraba en noviembre de 2007) e ingresar 9 millones más en sus arcas. Eso sí, France Telecom ha aprovechado este año para comprar a la Generalitat el 25% de las acciones de la operadora catalana Alpi, una sangría de deudas con la que la Generalitat ya no sabía qué hacer. Lo comido por lo servido.

Más ejemplos: coincidiendo con la nueva andanada francesa, se ha vivido el drama en Ecuador. Allí Telefónica -cerca del 30% del mercado de telefonía móvil- ha logrado renovar la licencia para continuar operando. Pues bien, el principal enemigo para la renovación ha sido el ex presidente del Gobierno Felipe González, asesor del principal competidor  Telefónica. El mexicano Carlos Slim y su América Móvil.

Por cierto, que a González y a Slim les ha salido el tiro por la culata: Movistar ya ha renovado mientras América Móvil (más de 60% del mercado ecuatoriano) no se entiende con el Gobierno Correa y éste le ha dado una semana de plazo para renovar o marcharse.