Sr. Director:

Se puede leer, ver y escuchar en los medios de prensa, que nuestro país es posiblemente el más proteccionista del mundo occidental.

Nos enteramos por los medios de información, que el Gobierno del señor Zapatero, según dicen los mismos, opta por retroceder a un arcaico protagonismo. El comercio de Madrid, al igual, imagino, que al de España entera, ni entiende ni sabe de política, ni quiere aprender a interpretar los gestos de unos u otros partidos políticos, pero lo que sí debemos decir, es que estamos en completo desacuerdo, cuando se dogmatiza y ampulosamente se dice, que Europa avanza lenta e inexorablemente hacia una apertura y liberalización, del comercio, por supuesto.

Tenemos un ejemplo muy claro y reciente en Alemania que esto no es así. Su Tribunal Constitucional ha fallado recientemente, en prohibir rotunda y expresamente la apertura del comercio los días festivos. Pero cuando salen ejemplos como el indicado, los mismos que dicen lo del avance lento e inexorable hacia una liberalización en Europa, califican a estos países (Francia, Alemania, Inglaterra etc.) de tener una economía esclerotizada, no como España que se dice ser el paradigma de la creación de empleo, aunque parece no importar en absoluto, que el índice de paro sea el mayor de la Unión Europea. También hay que aclarar, que exceptuando Suecia e Irlanda, el resto de países europeos, mantienen NORMAS de obligado cumplimiento.

Aquí de lo que se trata es de lucir imagen, es decir, hablar bien alto cuando decimos el empleo que estamos creando, aunque obviemos, tal vez interesadamente, decir cuánto se está destruyendo debido al cierre de tantos miles de comercios tradicionales, y los que desaparecerán más adelante.

De aquí al año 2006, se abrirán 75 nuevos centros comerciales, de los 200 que están proyectados. En la actualidad, están implantadas 477 grandes superficies de este tipo en nuestro país. Por cierto, es difícil encontrar datos de quienes han sido los perjudicados por esta proliferación de grandes establecimientos comerciales, si los trabajadores del comercio tradicional, que han quedado en el paro por el cierre de sus empresas, los comerciantes, los pequeños fabricantes, los también pequeños productores agrícolas o todos, porque alguien habrá, ¿no?

COCEM (Confederación de Comercio Especializado de Madrid), que representa a unas cien asociaciones comerciales, que a su vez integran unos cuarenta mil comercios de toda la región, mantiene un criterio muy claro en cuanto al futuro nada optimista del comercio convencional, así como el de los miles de empleados que prestan su servicio en los mismos. Señor ministro, este debate y preocupación se habría terminado, si se hubiese legislado sobre días máximos y no mínimos. ¡Es una pena que no haya habido un poco más de valentía política!

Florencio Delgado

Secretario general COCEM (Confederación de Comercio Especializado de Madrid)

sgeneral@cocemadrid.org