Cándido Conde Pumpido sigue siendo la baza socialista para presidir el Tribunal Supremo y el CGPJ... por los servicios prestados

Si algo no ha conseguido el Gobierno socialista durante cuatro años de legislatura es la toma del Consejo General del Poder Judicial y de la Administración de justicia. El PSOE controla el Tribunal Constitucional pero no el Tribunal Supremo.

Al colocar al matón de Fernández Bermejo como ministro de Justicia, cualquier posible acuerdo para la renovación del CGPJ se hizo imposible, a pesar de que, desde principios de Legislatura, el candidato de ZP era el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido.

Además, necesitan esa vacante, dado que en Moncloa han propuesto al juez Baltasar Garzón, sobre el que, por pura casualidad, ha recaído el caso de la ilegalización de ANV, y otra vez está en la cima de su popularidad. Garzón se lo piensa, porque en su día fue engañado por Felipe González, quien le sentó en el hemiciclo del Congreso del los Diputados para leer novelas, hasta que dimitió. A González le importó poco, porque ya había conseguido aprovecharse electoralmente de su popularidad. Ahora sería distinto: lo que se le promete es seguir en su mundo, el judicial.  

Eulogio López

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