Dado que el Gobierno Zapatero no ha presentado batalla, en la mañana del miércoles 20 se confirmó lo que se temía. La Comisión Europea condenó a España a devolver las ayudas públicas recibidas por astilleros IZAR. Dichas ayudas se elevaron a 1.477 millones de euros. La mayor parte de ellos fueron a parar a financiar despidos de trabajadores o a actividad militar. Sobre eso, el Ejecutivo de Bruselas no tiene nada que decir. Al parecer, le encanta que la gente fabrique armas y despida empleados (eso sí, despidos en buenas condiciones).

Pero exige la devolución de 556 millones de euros empleados en cubrir pérdidas en los astilleros civiles. Esa es la razón por la que el Gobierno español no sólo tendrá que devolver esas ayudas, sino que se verá obligado a reducir Astilleros IZAR a la mínima expresión y gastar más de 1.000 millones de euros en seguir despidiendo trabajadores.

Es decir, IZAR se hunde por 556 millones de euros. Sin embargo, miren ustedes por dónde, Francia subvencionó a su telefónica de bandera, France Telecom, con 9.000 millones de euros. Y, desde luego, sigue peleando en Bruselas por ello. Y por Alstom, por Bull, por Thomson, etc.