Curioso, muy curioso. Resulta que al día siguiente de que MAFO se tirara a piscina pidiendo el abaratamiento del despido y de que el Gobierno argentino alcanzara un acuerdo para hacerse cargo de un aval por 150 millones de euros, la patronal lanza su órdago. Dice que no firmará el acuerdo interconfederal de negociación colectiva si no va acompañado de una reforma laboral. Les apoya MAFO que habló alto y claro este miércoles, pero que este jueves ya ha recibido el reproche de Corbacho quien le tacha de parcial.
Díaz Ferrán probablemente se siente fuerte. Ha conseguido que Zapatero siga apoyándole a pesar de todo en el asunto de Aerolíneas. Y debe de considerar que ahora es el momento de cobrarse el apoyo de la patronal al Gobierno. Sobre todo después de haber constatado que la oposición interna de la CEOE ha desaparecido.
Pues bien, quizás se equivoque. Porque aunque una reforma laboral significase mayor creación de empleo y reducción de temporalidad, la imagen para el subconsciente colectivo es de mayor desprotección y de sometimiento a los dictámenes de la patronal. Así que Zapatero nunca permitirá que la realidad enturbie su imagen de protector. Ya saben: Nadie quedará abandonado en la cuneta. Si hace falta, tirará de chequera.
Eso sí, mientras tanto, trata de proponer cuestiones técnicas en la Mesa de Diálogo Social que le permitan avanzar en la misma línea sin que se note. Un crack de la imagen nuestro presidente.