Y es muy cierto, tanto que el principal beneficiario de esa ruptura es PRISA
En 2005 el Gobierno prometió apagón digital en breve (concretamente, para 2007) a cambio de que los grandes grupos mediáticos aceptaran un nuevo operador analógico (La Sexta) y la apertura de Canal Plus. No sólo eso, sino que el grupo PRISA, con Juan Luis Cebrián como primer espada, se ha dedicado a chantajear al Gobierno Zapatero con amenazas de criticar su gestión en el caso de que no satisficieran sus continuas demandas. Por ejemplo los derechos del Mundial de Alemania (2006) o la Eurocopa Suiza Austria (2008).
A día de hoy continúa chantajeando al ejecutivo para que fuerce a Telefónica a comprar Digital Plus y a que no apoye a la sexta, su gran competidora. Ahora bien, el tiro le esta saliendo por la culata, por cuanto el pais asusta menos que antes. En un año largo de crisis ha perdido la tercera parte de sus ventas reales, es decir, en quiosco. Sin embargo, Juan Luis Cebrián se ponía digno este jueves ante el Foro de la Nueva Comunicación para atacar el amiguismo del Gobierno, al que acusó de "complicidad o pasividad" en la ruptura del consenso audiovisual: "Se necesitan normas firmes y concretas, y manos fuera por parte de los poderes fácticos y de los poderes políticos"
Considerando una deuda que roza los 6.000 millones de euros y que en bolsa vale 1.172 millones de euros, y con un BPA previsto para 2008 del 2,77%, puede decirse que PRISA es hoy una entidad en quiebra técnica, que sólo se salva porque no es una empresa cualquiera, sino un poder que sabe utilizar convenientemente la crítica y la alabanza a cambio de favores.