En breve, será una empresa pública y, naturalmente, nadie se fía de las intenciones francesas. Además, la energía nuclear gala está amortizada de EDF, y el futuro de Suez como eléctrica del gas se presenta incierto. A cambio de su marcha, La Caixa incluso podría cederles Aguas de Barcelona, aunque eso se encontraría con la oposición de Ricardo Fornesa

Fuentes del entorno Caixa aseguran a Hispanidad que la entidad catalana y el Gobierno están de acuerdo en este punto: la francesa Suez debe marcharse de Gas Natural, donde casi alcanza el 8% de forma directa y el 11% deforma indirecta, a través de HISUSA, histórica sociedad de cartera en la que participan conjuntamente Suez y La Caixa, siempre en la proporción 51/49 a favor de los franceses.

Isidro Fainé y Miguel Sebastián están de acuerdo: Suez va a ser una empresa pública francesa en cuanto certifique su lentísima fusión con Gaz de France. Al menos el 30% del capital estará en manos del Estado. Y es que ni en el Gobierno ni en la principal caja de ahorros del país no se fían de los franceses.

Además, Suez tendrá problemas en su propio mercado: va a competir con la energía nuclear, totalmente amortizada, de EDF, por lo que los galos intentan un operación política-empresarial de control de gas en todo el sur de Europa, la pinza franco-argelina, donde la principal víctima es España.

A cambio de su marcha, en Caixa aseguran que a Suez le interesa hacerse con el control total de Agbar, aunque hay razones para poner en duda este interés. Recordemos que HISUSA posee el 90% de Agbar, con el compromiso de ceder otro 20% al mercado durante los próximos meses. Ahora bien, si se rompe el pacto histórico Caixa-Suez, los galos se harían con el control total de Aguas, y eso es algo que no le gusta a Ricardo Fornesa, actual presidente de Criteria y con casi un cuarto de siglo en la entidad de aguas catalana. Además, la fusión francesa conllevará la separación entre el negocio de energía y el de aguas.