No lo llama así, pero es lo más parecido al Movimiento Nacional que creara en España Francisco Franco. En él se subsumían todos los partidos que le apoyaron en
Ahora mismo, el objetivo del Gobierno Kirchner es llegar a esa trasversalidad, a esa anulación del binomio peronismo-radicalismo, así como de las distintas corrientes peronistas, a través del victimismo. Por ejemplo, el líder radical Raúl Alfonsín (muy dolido por la muerte de su nieta de 15 años en un absurdo accidente escolar) comenzó el proceso de victimismo con la alusión a una fantasmagórica campaña para desestabilizar al Gobierno argentino. Como presunto adversario político del peronismo, su credibilidad era muy alta. Al mismo tiempo, los Fernández comienzan a lanzar mensajes en la misma línea, especialmente en las reuniones de Alberto Fernández con periodistas amigos y en sus intervenciones en radios y televisiones. Los Fernández se refieren a la conspiración de empresas extranjeras (preferentemente españolas, por supuesto) y de editores de prensa.
Pero la trasversalidad no acaba ahí. Por ejemplo, el editor Daniel Hadad, propietario de Radio 10 (posee el 25% y vendió el resto a una compañía americana, pero sigue controlando la programación), ha contratado al inefable periodista "Chango" Torres, que trabajara para Carlos Menem, luego para Eduardo Duhalde y ahora para Kirchner. Chango se refiere también a la peligrosa campaña de desestabilización, y amenaza con dar más pistas cada jueves. Por cierto, Hadad también posee el Canal 9, antes Canal Azul, que fuera propiedad de Telefónica. Hadad trabajó con Menem y en contra de Kirchner, pero la trasversalidad exige estar por encima de esas diferencias tan vulgares y contemplar el futuro radiante que le espera a
El pluralismo político no interesa, el informativo, tampoco: son instrumentos de la democracia capitalista. Es más, los mensajes que surgen de
Por el momento, el asunto no es preocupante, salvo para las empresas españolas presentes en