Dicen que el actual secretario de Estado de Energía, José Folgado, tiene en su despacho una caricatura de la ex ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, a la que, de vez en vez, lanza unos dardos afiladísimos. Bromas aparte, lo cierto es que fue Isabel Tocino, primera ministra del ramo con José María Aznar, en 1996, quien negoció el Protocolo de Kioto. Sólo que lo negoció a la baja, como si España fuera un país con problemas de crecimiento, cuando lo cierto es que España ha mantenido un crecimiento muy por encima de la media europea, durante toda la última década. Y así, ahora nos encontramos con que España, uno de los países "más limpios" de la Unión Europea, tiene más problemas que ningún otro para cumplir los objetivos de Kioto. En la emisión de gases de efecto invernadero por países, España se encuentra muy por debajo de sus colegas europeos. Eso sí, medido en emisiones por habitante, España se sitúa en el 9,7 (la media europea es del 10,9), pero Kioto le exige reducir hasta el 8,2. 

No sólo eso, sino que ni el sector eléctrico ni las cementeras, grandes consumidores de energía, son los más contaminantes. Quien más contamina es el transporte. Sin embargo, en este punto ocurre lo mismo que en la lucha contra el fraude fiscal: no se vigila al que se debe, sino al que se puede. El consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, lo explica así: Ningún Gobierno se atrevería a obligar a los españoles a reducir sus viajes en coche a la ciudad.

Por cierto, Miranda se enfrentó también al portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, al recordar que Endesa es el primer generador de energía nuclear y que ésta es la menos contaminante (aunque tenga el problema de los residuos). Esto viene a cuento de que el PSOE ha prometido que, si llega a gobernar, eliminará toda la energía nuclear. 

Además, Miranda puso como ejemplo la central de Puentes de García Rodríguez, que funciona con carbón. Según Miranda, esta es la central más eficiente de España, con un coste cuatro veces inferior al tan alabado ciclo combinado. En otras palabras, lo que Miranda, en respuesta al consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, quería decir es que si se opta por el ciclo combinado debemos recordar el mayor coste del gas.