Ricardo Izecson dos Santos Leite, Kaká para los seguidores del balompié, nació en el regazo de una familia cristiana de clase media de Brasilia hace 28 años.

La estampa del carioca arrodillado en el Olímpico de Atenas, refiriendo a Dios la victoria de la Champions League y vestido con una prenda en la que se leía: I belong to Jesús (Pertenezco a Jesús), conmovió al mundo entero. Kaká fue elegido como el mejor jugador de fútbol de 2007, lo atribuyó al amparo de la Deidad. El jugador superó los aguijones de la fama. Kaká y su esposa Caroline Celico decidieron arribar castos al matrimonio y lo alcanzaron. Hoy nuestra vida matrimonial es hermosa, creo que se debe a que supimos esperar, afirma Kaká.

Mientras tanto, el combate contra la pandemia del sida sigue adelante. El número de mortales que coexisten con el VIH, en todo el universo, se eleva a unos 33 millones. En 2007 se contaminaron 2,7 millones y fallecieron, como resultado de esta lacra mortal, 2,1 millones de personas, según Onusida, el número total de personas que viven con el virus de la muerte ha aumentado en 7.500 nuevas infecciones diarias.

Onusida asevera que en algunos lugares los cambios en el comportamiento sexual han tenido como resultado descensos en el número de nuevas infecciones por el sida. En los territorios más aquejados por esta mortal pandemia, los mozalbetes demoran el principio de los roces carnales, por lo que el peligro de contagio se reduce. Estos síntomas se han comprobado en Burkina Faso, Camerún, Etiopía, Ghana, Malaui, Uganda y Zambia. En Camerún el porcentaje de adolescentes que tenían relaciones carnales a los 15 años, se rebajó del 35 al 14 por ciento.

Prácticamente en todas las regiones del mundo, excepto en África meridional, las infecciones por el VIH afectan, sobre todo, a los consumidores de drogas inyectables, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y los profesionales del sexo, asevera el informe.

En Estados Unidos se están investigando estrategias orientadas a conseguir la disminución de las relaciones sexuales para evitar el sida. Son las que contienen el estímulo a la abstinencia antes del matrimonio y a la fidelidad después de los esponsales.

Clemente Ferrer Roselló

clementeferrer@yahoo.es