Sr. Director:
El Partido Socialista ha decidido centrar su campaña electoral en la vieja estrategia del miedo a la derecha, como si el electorado hubiese perdido repentinamente la memoria de lo que ha sido su nefasta gestión de la crisis.
El Partido Socialista ha decidido centrar su campaña electoral en la vieja estrategia del miedo a la derecha, como si el electorado hubiese perdido repentinamente la memoria de lo que ha sido su nefasta gestión de la crisis.
Pero la herencia que deja de desempleo, déficit público y cierre de cientos de miles de empresas, sin olvidar los recortes a las pensiones y salarios de los funcionarios, es demasiado evidente para ocultarla con nuevas mentiras. Desgraciadamente no podemos esperar una campaña electoral de altura, en la que los grandes partidos coincidan en las grandes reformas necesarias, como sucedió en Alemania.
Aquí los socialistas prefieren jugar a las motosierras y las guadañas.