La tranquilidad no llega al país asiático, mientras continúa la lucha por lograr el control de la central nuclear de Fukushima

 

El país del sol naciente trata de salir adelante del desastre del terremoto y el maremoto que ha causado más de 10.000 víctimas, pero parece que no puede dejar de temblar.

Esta vez el terremoto se ha producido en la prefectura de Iwaki, al sur de Fukushima, y la intensidad ha sido de 7,1 grados. Como consecuencia del temblor se ha decretado la alerta por temor a un nuevo maremoto, aunque finalmente se ha levantado el aviso.

Sin embargo, el temblor ha provocado la evacuación de los trabajadores que siguen luchando en la central nuclear de Fukushima para que a la desgracia natural no se sume otra, en este caso, nuclear. Sigue, por lo tanto, el trabajo incansable y los intentos por refrigerar los reactores dañados, además de los esfuerzos para cerrar cualquier tipo de escape radiactivo. También las autoridades amplían las zonas de evacuación en torno a la central a partir de los resultados de radiación encontrados en las diferentes zonas del radio de acción.

Andrés Velázquez

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