Esta joven con síndrome Down que pidió trabajo al presidente del Gobierno en el programa Tengo una pregunta para usted, aseguró que sigue sin recibir la llamada de Zapatero. La organización Down España aseveró que, en España, existen 1.853 personas con síndrome Down que tienen un puesto de trabajo, lo que supone un 66,5% de los trabajadores. "Son niños que no causan nunca disgustos", asegura María Victoria Troncoso, que en 1976 alumbró una chiquilla con el síndrome de Down. Sucede un caso por cada 800 alumbramientos, entre jóvenes de 30 a 34 años.
En Europa se da una singularidad callada y trágica: la edad del embarazo se demora, pero la incidencia del síndrome de Down decrece. La razón de esta irregularidad estadística se puede exponer con pocas oratorias; ya no nacen chavales con el síndrome de Down, porque son exterminados cuando aún se localizan en el claustro materno. Son unas criaturas que se encuentran en riesgo de desaparición.
En España, los informes oficiales manifiestan que desde que se despenalizó, parcialmente, el aborto en 1985 se han suprimido 1,1 millones de fetos, de vidas humanas. El Instituto de Política Familiar ha manifestado que la cadencia actual es de un aborto cada 5,4 minutos. Esto es 266 asesinatos al día. Con un total de 7.980 cada mes y cerca de 100.000 niños, con síndrome Down, al año. Ana recibió la noticia de que; "su hijo tiene el síndrome de Down". Convocó a su esposo y le dijo: "Tendremos que ir a por el tercero". El tercero, Javier, germinó sin ningún tipo de síntomas.
¿Tornaremos a una época, ya extinguida, en la que un mortal, por razón de su invalidez, ascendencia o dolencia cerebral, no tenía opción a la existencia?.
Vegetamos en un declive moral en el que los padres empiezan a asesinar a sus retoños por no tener ciertas peculiaridades físicas. El síndrome de Down no es un asunto estético, sino un achaque de una criatura humana débil e indefensa.
"Tengo 21 años. Cuando nació mi hijo me dijeron que tenía el síndrome de Down, me quise morir. Pasé una depresión de tres meses. Ahora sé que el concepto que tenía del síndrome de Down era distinto. Se acerca al año, lo capta todo y ya ha empezado a hablar. Si retrocediera en el tiempo y me aseguraran que mi hijo viene con el síndrome de Down, nunca me practicaría el aborto".
Clemente Ferrer Roselló
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