El mundo mira hacia la Casa Blanca, en lo que puede ser, junto a Irán, la última gran decisión de Bush
Lo diceEso sí, en el campo diplomático se está jugando con las palabras, dado que mientras unos hablan de boicot, los más se conforman con el ‘feo' de no acudir a la ceremonia inaugural. En cualquier caso, el dictador chino Hu Jintao se ha puesto duro: el Tíbet no es una cuestión de derechos humanos, sino de "soberanía nacional". Es decir, que no se plantea ceder ni un adarme.