Sr. Director:
Meterse en internet y encontrarse con los comentarios más variopintos, con demasiada frecuencia ofensivos, hace pensar si no estaremos en la plaza del pueblo, donde antes se reunían los desocupados o desocupadas a criticar a los ausentes, ya que continuamente encontramos críticas al otro, al adversario, al que piensa distinto o simplemente a los intereses y opiniones diferentes, ya que cualquiera puede meterse ahí, confundir, insultar o polemizar, incluso de forma anónima.

Claro que también encontramos bastante positivo, ya que hay temas de salud, de educación, de literatura o deportes que generan menos controversia; aunque la política es de lo más discutido, con la particularidad que aquí se ataca a las personas concretas, o sea, que son tendenciosos, lo cual ya te pone en contra de la red y se renuncia a abrirla, para no indignarse ante la pobreza de lo que hay.

Ante esta degradante situación  me pregunto ¿cuál es el motivo porque no se protege a las personas normales de la agresividad de los exaltados, que con un ordenador delante tratan de forma grosera al que sencillamente está en su casa y trata de distraerse o ilustrarse un poco

Por eso me vuelvo a preguntar si realmente Internet es una aldea global o un cuchitril degradante.

Jesús Mez