Las bolsas mundiales han reaccionado al alza, en la mañana del miércoles 2, con el ritmo que imponía Arabia Saudí a su petición de aumento de la producción de petróleo. El régimen de Riad incluso habló de producir 2,5 millones de barriles más. El porcentaje de aumento de producción que se está planteando en el seno de la OPEP es del 12%. Ha bastado ese anuncio para que los precios de referencia del crudo se hayan tranquilizado, y Wall Street haya abierto la sesión al alza.

 

Pero tampoco es como para tirar cohetes. El crudo Brent retrocedía 55 centavos hasta situarse en los 38,53 dólares. Es decir, que más que de una bajada, estamos hablando de una tendencia que intenta imponerse.

 

En cualquier caso, estamos muy lejos de los precios del crudo que provocaron una crisis económica en todo Occidente en un pasado más o menos reciente. Por ejemplo, según un estudio del sector petrolero, la crisis de precios de 1979 se produjo cuando el precio del crudo alcanzó los cien dólares (en moneda constante).

 

Lo cierto es que existe mucha gente interesada en que el precio del petróleo no se desmande más, además de un interés de la familia real saudí en que Ben Laden no les gane la partida y no condicione su actual, y enorme, influencia en la economía mundial.