Zapatero dice que no; Mayor Oreja insiste en que tuvo una "clara intencionalidad política"
En la entrevista de la noche del lunes, ZP insistió en que el atentado no había tenido influencia electoral. Sin embargo, Mayor Oreja insiste en que el asesinato de Isaías Carrasco tuvo una "clara intencionalidad política". No en vano el PSOE ha tenido un gran subidón precisamente en Cataluña y País Vasco. Como señalaban muchos analistas el viernes: mucho voto del PNV se trasladaría al PSE. Eco. Voilá.El atentado tenía una doble interpretación. Por una parte, podría interpretarse como una evidencia de que el PSOE no había cedido ante la banda asesina. Tanto no había cedido que hasta le mataban a los suyos. Eso junto con las detenciones de comandos de las últimas semanas abonaba la tesis de fortaleza del Ejecutivo frente al terrorismo; algo que ZP sabe intuir muy bien.
Pero por otra parte, el hecho de que con el cadáver caliente el PSOE no quisiera revocar la resolución parlamentaria que le permite negociar con ETA puede interpretarse como una evidencia de que el Gobierno mantiene las puertas abiertas a la negociación. Este segundo mensaje no llegó a calar en la sociedad española. Probablemente porque con el cadáver todavía caliente no era el momento de lanzar este tipo de mensajes. De nuevo, el juego de los tiempos.
Por lo demás, es verdad que el Gobierno temía un atentado terrorista. A nadie le gusta que ETA asesine y menos a los suyos, aunque -como en el 11M- se pueda gestionar bien o mal. Pero lo que más temía era un atentado islamista. Porque eso habría echado por tierra toda la legislatura: la retirada de tropas y la Alianza de Civilizaciones incluida.