Y en segundo lugar porque abre la puerta a posibles recursos contra decretos autonómicos y libros de texto. Así que Cabrera se ve forzada a convocar una rueda de prensa para valorar el fallo. Pero héte aquí que iba vestida de manera diferente y que su discurso es mucho más suave que el inicial. Así que el Supremo se salió algo -poco- de la disciplina gubernamental. Y Cabrera quedó en evidencia. Feo. Muy feo que el Supremo se someta a las directrices del Gobierno en plena batalla en la defensa de la independencia de la Justicia.
Y muy feo que la ministra tenga tan poco pudor de hacer declaraciones congeladas antes de que se haga público el fallo. Pero como la mentira tiene las patas cortas y la ministra tiene la buena costumbre de mudar su vestuario a diario, la evidencia ha quedado plasmada en las pantallas de televisión. ¿Observan Uds. alguna diferencia en las dos declaraciones de la ministra? ¿Tiene algo que ver con las puertas abiertas? A lo mejor sí, pero es un dato muy interesante, respondió el presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco. Muy prudente.