Si la sentencia sienta precedente, el espectro radioeléctrico se convertirá en una jungla

A cada uno lo suyo: la noticia no es de Hispanidad, sino de nuestros compañeros de PRNoticias, aunque la verdad, el enfoque digamos que llama poderosamente la atención. Veamos.

De la justicia puede esperarse cualquier cosa, incluida ésta: que condenen a Popular TV, propiedad de la COPE, una cadena local de TV con licencia digital a pagar 1,5 millones de euros al pío cristiano Antonio Fábregues Sánchez, un señor que se apropió de una parte del espectro radioeléctrico por el artículo 33, y luego se lo vendió a TMT, canal de TV del arzobispado de Madrid, al precio inicial de 5 millones de pesetas al mes. Sí, han entendido bien: 30.000 euros mensuales por emitir en una frecuencia que no es suya -ni de nadie- y que, sencillamente, el pío Fábregues se había apropiado.

Hispanidad ya lo contó en su día, pero ahora digamos que se baten todas las marcas. El juez Jaime Miralles acaba de condenar a Popular TV a pagar al pirata 1,5 millones de euros por emitir en un canal del que el pirata, como su mismo nombre indica, se había apropiado. Por cierto, que el señor Fábregues dejó de ser pío en el momento en que la COPE se negó para pagar el presunto chantaje, y, sabedor de que este tipo de cosas se negocian rompiendo las piernas al pirata, pero que los curas no suelen adoptar prácticas tan eficientes, decidió llevarle a los tribunales, se decidió a fastidiar la señal de Popular TV -antes y después de la concesión oficial- con sermones de telepredicadores protestantes, pornografía, etc. Tanta era su justa indignación.

Y, estas cosas que tiene la vida, resultó que al Fábregues le tocó en suerte el juez Jaime Miralles, egregio abogado que accedió por la puerta de atrás, conocida como el  cuarto turno, al igual que su compañera de promoción, doña Teresa Fernández de la Vega. Las andanzas de don Jaime ya son famosas desde su conocido asunto Cascos, tan famoso como las de su hermano Melchor, el chico de Pedro J. Ramírez para la TV.

Pus bien, el juez Miralles se acoge a que Fábregues no cobraba por cesión de la frecuencia -¡Sólo faltaba! No tiene ningún derecho- pero sí por la prestación de un servicio. Mañana mismo, Hispanidad comenzará a exigir una tasa a todos los automóviles que transiten por la Plaza de Cibeles. No es que sea nuestra pero impondremos la mencionada tasa en concepto de servidumbre de paso al tráfico rodado. Creo que nos vamos a forrar.

Si el fallo del juez Miralles, recurrido por la COPE ante la Audiencia, sentara precedente el espectro radioeléctrico se convertiría en una verdadera jungla. Y lo que es más importante: Fábregues podría cobran un canon a RTVE, A-3 TV, Telecinco... a todos los canales menos a Cuatro y a Veo TV. Esta segunda porque el amor fraterno impediría al juez Miralles fallar en el mismo sentido que con la Cuatro y la primera porque Janli Cebrián no tiene los cavernícolas prejuicios de los curas y podría practicar lo de fractura de piernas, en la extremidades inferiores del señor Fábregues, sin el menor escrúpulo, como un gesto liberal de izquierdas. 

Ahora ya sólo falta que el juez Miralles asuma el caso de las elecciones a la Presidencia del Real Madrid, habida cuenta de que el próximo objetivo de don Melchor Miralles y don Pedro J. Ramírez es conseguir la expulsión de don Ramón Calderón en los tribunales, a fin de que el señor Miralles -Melchor, no Jaime- le sustituya en la Presidencia.

Y todo ello es muy compatible con el hecho de que el precitado Pedro José Ramírez sea el tertuliano estrella de la cadena COPE. Naturalmente.