Sr. Director:
Por esas circunstancias de la vida coincidí con el señor Rubalcaba y la Sra. Elena Salgado cuando eran Consejeros de Caja Postal y eran dóciles, dóciles... todo muy bien, pero muy bien. Eso sí, cobraban sus dietas y estaban felices.

 

Con respecto al impuesto al patrimonio..., en cuanto los extranjeros tomen nota no compran ni una bicicleta. Hay pueblos en los que los extranjeros si mañana deciden marcharse se quedan cuatro gatos. El impuesto al patrimonio aparte de arcaico es antinatura. Uno paga por ganar el dinero y después por tenerlo, pues eso para Suiza...

Valiente panda de ignorantes o mejor dicho, estafadores.

Ángels Valdivia