Antonio Vázquez compareció este jueves ante los medios, por primera vez desde que es presidente de Iberia. Lo hizo para presentar los malos resultados de 2009, con pérdidas de 273 millones de euros. Vázquez recordó que 2009 ha sido el peor año para el transporte aéreo de pasajeros y de carga, con la desaparición de 30 compañías y de 35.000 puestos de trabajo directos y otros 60.000 indirectos. Así parece haberlo entendido la bolsa, ya que Iberia bajaba un 1,2% cuando el Ibex35 bajaba un 1,5%.
En Iberia son conscientes de que la reducción de costes no es suficiente. Por eso, el Grupo ya ha ideado un plan que prevé la creación de una nueva compañía para hacerse cargo de los vuelos de corto radio. En definitiva, no se plantean abandonar ninguna ruta, sino recoger las rutas que Iberia ya hace a destinos próximos y agruparlas en una compañía de bajo coste, distinta de Vueling y Clickair, que comenzará a funcionar en 2011. El objetivo es poder competir con otras aerolíneas que llegaron a España, contrataron personal a menos precio y se establecieron con el objetivo de llenar los aviones. Los clientes dan prioridad al precio y, con la actual estructura de costes de Iberia, es imposible competir con las low cost.
Paralelamente, Iberia está inmersa en una fusión que se inició formalmente en noviembre con el memorándum que marcaría el desarrollo de la misma. El siguiente paso es el acuerdo de fusión, que se firmará en el primer trimestre. La fusión definitiva llegará a finales de 2010 y será una fusión entre iguales manteniendo la estructura de ambas compañías controladas por una sociedad tenedora de acciones de ambas. Antonio Vázquez ha confirmado que él mismo será el presidente, por lo que la llegada de Rodrigo Rato desde Caja Madrid a la vicepresidencia de Iberia no alterará el reparto de cargos de la fusión. Willie Walsh será el consejero delegado, existirá un consejo paritario y la sede social se encontrará en España, mientras la sede financiera (la que de verdad cuenta) se establecerá en Londres: Juntos podremos no sólo jugar en las grandes ligas, sino ganarlas, señaló Antonio Vázquez. Aunque intentarán mantener la cotización en Londres y en Madrid, si no es posible la presencia en ambos mercados, si la nueva compañía tiene que optar, se irá a Londres. Lo más probable es que no aguante en las dos bolsas.
Respecto a la posibilidad de que SEPI salga del capital, Antonio Vázquez reconoció que la sociedad estatal puede liquidar cuando lo estime oportuno, pero aseguró no tener más información al respecto. De lo que sí está seguro Vázquez es de que Iberia no está interesada en vender activos. Para hacer frente a la crisis, la compañía ya concluyó en diciembre un ERE que afectó a 300 trabajadores y está negociando un nuevo expediente que afectará a 180 tripulantes de cabina.
Rodrigo Martín
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