El presidente del Gobierno vasco niega, además, la existencia de la nación española, culpabiliza al PSE por no haber presentado una propuesta alternativa a su Plan y le envía un recado a Batasuna: el Plan se vota en su conjunto, no por partes.
Las declaraciones del presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, urgiendo al Gobierno a tender una mano a los etarras para alcanzar la paz, han generado mucho revuelo. El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, ha señalado que no se siente identificado con este mensaje. El Gobierno ha dejado claro que ETA debe primero entregar las armas. Y el lehendakari Ibarretxe señaló que estos temas no deben resolverse a través de los medios de comunicación, sino de una manera discreta. Preguntado sobre si eso significaba que el Gobierno vasco estaba negociando por debajo de la mesa con la banda terrorista, Ibarretxe no quiso contestar y se remitió a sus declaraciones. Interpreten su silencio como mejor les parezca.
En cualquier caso, conviene añadir que Ibarretxe considera que vivimos un momento trascendental tras el discurso de Batasuna en Anoeta: Cada vez son más los que en la izquierda abertzale rechazan la violencia de ETA. A su juicio, la era post-ETA no tiene marcha atrás. Como tampoco tiene marcha atrás el Plan soberanista presentado por él mismo. Y este sólo acepta síes o noes, como el Evangelio. Y es que el eurodiputado Koldo Gorostiaga ha señalado que Batasuna apoyará el preámbulo del Plan y se encuentra negociando el resto del articulado. Batasuna debe dejarse de ambigüedades y decidir si apoya o no apoya el Plan. Se acabó el tiempo de la ambigüedad, señaló drásticamente Ibarrexte. ¿Verdad que la propia medicina resulta muy amarga? No obstante, para suavizar, Ibarretxe insiste en que la ilegalización de Batasuna fue una ilegalización de ideas. O sea, que sigue soñando.
Además, en el encuentro con la Asociación de Periodistas Europeos, el lehendakari criticó la actitud del PSE de oponerse al Plan y no presentar alternativas: A nadie se le oculta que el PSE y el PP en lugar de debatir el Plan en el Parlamento vasco o presentar una alternativa, recurrieron en amparo al Tribunal Constitucional y fue el TC el que considero legítima la propuesta. Para el presidente del Gobierno vasco, el campamento base donde cada uno deposita sus ideas para debatirlas y resolver las diferencias es sólo y exclusivamente el Parlamento vasco.
Y en este ejercicio de exclusión, obviamente el presidente de ese país llamado Euskadi puede convocar un referéndum y afirma ahora que no había tenido ningún miedo con la penalización de convocatoria de referendos ilegales realizada por el último Gobierno popular. Si el presidente de un país no puede consultar a su ciudadanía si desea determinada propuesta, ¿qué es lo que puede hacer?, se pregunta.
Y aquí llegamos al meollo de la cuestión. Porque el lehendakari niega la misma existencia de la nación española. Tiene claro que Euskadi es una nación. En concreto, el país más antiguo de Europa. Incluso lo tiene claro de Cataluña. Pero España es un Estado plurinacional. El mismo discurso que el elaborado por ERC. España será una nación en la medida en que reconozca las naciones catalana y vasca, señalaba recientemente el presidente del Parlamento catalán, Ernst Benach. Eso sí, Ibarretxe defiende el derecho de los vascos a sentirse españoles y no ser perseguidos por eso. Muchas gracias.
Lo que está claro y así lo expreso el lehendakari- es que la prioridad política fundamental, el centro del debate político de la sociedad vasca es el Plan soberanista. Ibarretxe manifiesta no tener miedo al fracaso del Plan porque los que tienen miedo al fracaso, terminan fracasando, señaló. Por otra parte, confía en que si Zapatero ha ofrecido asumir lo que resuelva el Parlamento catalán, haga lo mismo con Euskadi. Además, se felicita por haber superado el tiempo de incomunicación y haber abierto un tiempo de diálogo. Esa puerta no se volverá a cerrar porque en democracia es fundamental que nos respetemos, señaló.
Tiene gracia que el País Vasco mire con envidia a Cataluña, porque en Cataluña ocurre lo mismo con el País Vasco. Naturaleza humana. Por lo demás, Ibarretxe se refirió al cupo afirmando que el espectáculo del mutuo descuento se resolverá cuando se cumpla la palabra dada. ¡Toma relación amable! Menos mal que, como señaló, venía a ofrecer y no a pedir nada.