Sr. Director:

El Vaticano recomienda que los sacerdotes reduzcan sus homilías a diez minutos y las preparen para evitar el aburrimiento y la divagación. También ha censurado a los "showman", o párrocos que micrófono en mano convierten la Misa en un mitin o espectáculo litúrgicamente incorrecto. La Misa es el acto más sagrado que existe y los ministros de Jesús deben ponerse a la altura de lo que celebran.

Nunca lo estarán si no luchan ávidamente por la santidad, nunca si no interiorizan el don excelso con el que han sido signados. Los sacerdotes son otros Cristos. Ojalá ellos mismos se lo crean.

María Dolores Bravo

mariadoloresb@gmail.com