Hermano Oso se desarrolla en la Edad de Hielo y coincide con otra película de la factoría Disney, La Bella y La Bestia, en que en ambas el mal comportamiento ejercido por seres humanos les transforma. En la Bella, el príncipe se convierte en monstruo y, en el estreno que nos ocupa, en oso. Pero aquí acaban las semejanzas. Porque, Hermano Oso no narra una historia de amor, sino que gira alrededor del honor. Con un evidente mensaje panteísta (al igual que, por ejemplo, Pocahontas), menos situaciones humorísticas que en los últimos estrenos y un ritmo algo lento, Hermano Oso se convierte en una de las películas menos interesantes de la factoría de animación. Lo único que se salva del conjunto es la excelente banda sonora firmada por Phil Collins.