Según la plataforma científica, esta técnica de pretendidos intereses humanitarios esconde una realidad siniestra que se oculta sistemáticamente a la opinión pública: la eliminación de seres humanos en estado embrionario por el mero hecho de que en el futuro, según el análisis genético, puedan desarrollar una enfermedad. Este tipo de prácticas siempre se han conocido con el nombre de eugenésicas y convierten al hombre en un ser no querido por sí mismo sino por la utilidad que reporta, asegura Luis Zayas, portavoz de la plataforma.

HayAlternativas considera comprensible y deseable que unos padres quieran que su hijo carezca de graves problemas de salud, pero acusa a los médicos y a los responsables políticos del Servicio Andaluz de Salud de jugar con sus sentimientos por un interés mercantil y por ganar puestos de pretendida vanguardia en la carrera de la investigación biomédica.

Para los científicos de esta plataforma, resulta muy difícil limitar el uso de estas técnicas a determinadas enfermedades. Una vez abierta la puerta del Diagnóstico Genético Preimplantacional añade Zayas-, estará justificado eliminar la vida de cualquier embrión por el hecho de que en un futuro pueda desarrollar, por ejemplo, un cáncer. Nos parece muy injusto que haya personas de primera y de segunda categoría.

El portavoz de HA anima a los científicos a investigar otros métodos eficaces y compatibles con la ética profesional para combatir estas enfermedades y critica el empleo de términos eufemísticos como preembrión, negados por gran parte de la comunidad científica, que únicamente sirven para maquillar la realidad (el embrión es un ser humano) y dar patente de corso a verdaderas atrocidades. Es lamentable que, mientras que la ley castiga a quienes atentan contra la vida incipiente de especies protegidas, como es el caso de los huevos de avutarda, el embrión del ser humano carezca de un estatuto y esté tan desprotegido.

Además, con frecuencia se habla de seleccionar aquellos preembriones libres de carga genética asociada a determinadas enfermedades, pero no se explica que se mata o se condena a la crioconservación a los que las pudieran desarrollar en el futuro, como si se tratara de objetos con defecto de fábrica en lugar de personas, concluye Luis Zayas.

HA pregunta a la consejera de Sanidad, Mª Jesús Montero, cuántos embriones han sido eliminados ya por la aplicación de esta técnica, cuántos van a ser matados al usarlos como cobayas en la investigación o están condenados a permanecer congelados.

Asimismo, considera una irresponsabilidad que se hable con tanta ligereza de éxito cuando, según reconocía ayer el director de la Unidad de Gestión Clínica de Genética y Reproducción del hospital sevillano, Guillermo Antiñolo, actualmente existe un porcentaje de éxito de entre el 15 y el 20 por ciento en el mejor de los casos.

Hay Alternativas

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