Sr. Director:

Oigo a algunos nacionalistas lamentar que no pueden vivir enteramente en catalán porque en algunos cines no encuentran la última película de Harry Potter en catalán.

Siento envidia de que su gran problema sea Harry Potter. El mío es que los servicios básicos de la sociedad que pago con mis impuestos, como son la sanidad o la educación, consideran que mi lengua no existe. En nuestra comunidad autónoma es imposible conseguir en español algo tan elemental como el impreso de una receta médica de la sanidad pública, la matrícula de la escuela de un hijo o cualquier formulario de solicitud a la administración.

Yo sí que no puedo vivir en mi lengua. ¡Ojalá mi problema fuera sólo la última película de Harry Potter!

Carmen Blanco

carmenblanco1700@hotmail.com