El Gobierno ha aprobado el presupuesto para el próximo año (2013). En él, las dos cifras que más destacan son las que se refieren al pago de la deuda y las aportaciones a la Seguridad Social.
El pago de los intereses de la deuda ascenderá a más de 38.000 millones de euros. Eso supone que casi el 25 por ciento de nuestro gasto público se destina a financiar nuestras deudas. España sufre la debilidad del euro y una nefasta herencia. La pérdida de confianza es muy cara.
La otra referencia es la aportación a la Seguridad Social que va a incrementarse en casi 8.000 millones de euros. Es un dato muy preocupante porque supone que el sistema de pensiones vuelve a no tener una financiación autónoma. Las cuentas reflejan los serios problemas de sostenibilidad que tiene nuestro sistema del Bienestar. Sin crear empleo y sin recuperar la confianza es muy difícil, por no decir imposible, ir cumpliendo con la exigencia de reducir el déficit.
Con una deuda que necesita una cuarta parte del presupuesto para pagar solo los intereses, mal plan nos espera el próximo año.
Jesús Domingo Martínez
