Naturalmente, los hermanos Castro le han quedado muy agradecidos: han respondido con nuevas detenciones de opositores, mientras despreciaban el perdón europeo.
Sería bueno establecer una guía para tratar con dictadores. Guía política, que implique una presión pacífica pero descarada contra el régimen, por lo menos a través de dos medidas: acogida a cualquier refugiado político y creación de Gobiernos en el exilio, que vayan preparando la transición a la democracia.
Las grandes multinacionales también se equivocan: probablemente no sea factible dejar de comerciar con tiranías, pero una cosa es comerciar y otra cantar las excelencias del país donde se invierte cunado este masacra a sus ciudadanos.
China es buen ejemplo de ello. Eso sí es responsabilidad social corporativa, pero no recuerdo que los grandes santones de la RSC hagan alusión alguna al apuntalamiento que las multinacionales hacen de regímenes autoritarios y corruptos.
Eulogio López
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