Ha dejado de ser el hombre de ZP para las empresas Gómez Navarro se descolgaba este jueves en Alicante pidiendo al Gobierno que aceleraran la intervención en bancos y cajas. Recordarán que Caja de Ahorros del Mediterráneo calificó la intervención de inevitable y que MAFO también se mostró partidario. Incluso Solbes en el Wall Street Journal. Pues bien, ahora le toca el turno al presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro. Sólo que él pide que se intervenga cuanto antes.
¿Por qué? Según una encuesta del Consejo Superior de Cámaras, el gran problema de las pymes es la liquidez y la ausencia de créditos por parte de las entidades financieras. Y estos créditos no fluyen por la debilidad de bancos y cajas. Ergo hay que intervenir. Y cada día que pasa, más pymes quebradas y más empleo destruido. Es la tesis de Gómez Navarro, quien además propone que el Estado adelante las facturas pendientes de pago de ayuntamientos y CCAA. En total, 33.000 millones de euros.
No sólo eso sino que Gómez Navarro fue el primero en hablar de la necesidad de reformar la regulación laboral. Un discurso que fue seguido por los empresarios madrileños primero, por la CEOE después y avalado por MAFO y por Almunia. ¿Respuesta de Zapatero? No es el camino.
Lo relevante es que Gómez Navarro ha dejado de ser el hombre de Zapatero para las empresas. Se ha pasado al bando liberal con armas y bagajes. Dinero obliga. La interlocución ya no es la de antes. Moncloa no le escucha. Ni siquiera debate sus propuestas. Quizás por un discurso que podría ser tachado de homófobo. Quizás.
El caso es Gómez Navarro está demasiado mayor para hacer política. Ahora quiere hacer dinero, ese que no es incompatible con el catolicismo a pesar de los prejuicios de Max Weber, señala el propio Gómez Navarro, católico confeso. Pues eso. Que una vez que se sueltan amarras del socialismo, uno se permite hablar con más libertad.
¿Por qué? Según una encuesta del Consejo Superior de Cámaras, el gran problema de las pymes es la liquidez y la ausencia de créditos por parte de las entidades financieras. Y estos créditos no fluyen por la debilidad de bancos y cajas. Ergo hay que intervenir. Y cada día que pasa, más pymes quebradas y más empleo destruido. Es la tesis de Gómez Navarro, quien además propone que el Estado adelante las facturas pendientes de pago de ayuntamientos y CCAA. En total, 33.000 millones de euros.
No sólo eso sino que Gómez Navarro fue el primero en hablar de la necesidad de reformar la regulación laboral. Un discurso que fue seguido por los empresarios madrileños primero, por la CEOE después y avalado por MAFO y por Almunia. ¿Respuesta de Zapatero? No es el camino.
Lo relevante es que Gómez Navarro ha dejado de ser el hombre de Zapatero para las empresas. Se ha pasado al bando liberal con armas y bagajes. Dinero obliga. La interlocución ya no es la de antes. Moncloa no le escucha. Ni siquiera debate sus propuestas. Quizás por un discurso que podría ser tachado de homófobo. Quizás.
El caso es Gómez Navarro está demasiado mayor para hacer política. Ahora quiere hacer dinero, ese que no es incompatible con el catolicismo a pesar de los prejuicios de Max Weber, señala el propio Gómez Navarro, católico confeso. Pues eso. Que una vez que se sueltan amarras del socialismo, uno se permite hablar con más libertad.