Sr. Director:
Se imaginan ir por las calles de Madrid y encontrarse con un enorme y llamativo cartel en el que resalte la frase "Me cago en Alá", o "Me cago en el Rey", o "Me cago en
¡Ah, bueno, qué susto!, exclamarán algunos. Eso es mucho más progre, más tolerante, más moderno. En mor de la tolerancia, en España no se debe insultar a las religiones ni a sus creyentes, salvo a la religión católica claro, de igual manera que está mal visto censurar las ideologías políticas, salvo las patrióticas por supuesto, y no se puede ofender a ningún pueblo, ciudad o región, excepto lo común a todos, es decir, a España. Es más, el que se sienta indignado por estos insultos será tildado de fascista, carca o intolerante y como se le ocurra defenderse ante estos ataques que se vaya preparando, que lo que le ocurra le estará bien empleado. ¿Democracia? ¿Dónde? ¿Libertad? ¿Para quién? ¿Estado de derecho? ¿No será de deshecho?
Jesús Muñoz
jesus.munoz@batlantico.es