Los que compren pisos de más de 160.000 euros obtendrán la residencia y las empresas tendrán beneficios fiscalesEl secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha anunciado este lunes que el Gobierno estudia cambiar la ley para otorgar el permiso de residencia a los extranjeros que adquieran una vivienda en España por importe superior a 160.000 euros. Esta iniciativa está especialmente enfocada al mercado ruso y chino.
Según ha explicado García-Legaz, mañana habrá una reunión para tratar este cambio normativo con el que el Ejecutivo pretende impulsar la demanda externa de vivienda. El mercado nacional, según el secretario de Estado, "está muy parado" y, además, no se aprecia "en el horizonte mucha capacidad de compra en el mercado doméstico" en los próximos años, por la falta de crédito y por la "difícil" situación económica que atraviesan las familias.
Precisamente este lunes también ha informado El Economista de que el Ministerio de Asuntos Exteriores incluye en su oferta para captar inversiones fuera de las fronteras españolas un tipo de sociedad para empresas y grupos extranjeros que permite a las empresas no residentes en nuestro país no tributar por los dividendos o participaciones en beneficios generadas por sus empresas filiales, es decir, beneficios fiscales. Lo cual puede ser interpretado como un agravio comparativo respecto a las empresas españolas, mucho más cargadas en impuestos.
Parece que el Gobierno llama a los extranjeros a salvar España. Pero ¿y los nacionales? ¿Por qué no beneficiarse de las mismas ventajas también?
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com
Según ha explicado García-Legaz, mañana habrá una reunión para tratar este cambio normativo con el que el Ejecutivo pretende impulsar la demanda externa de vivienda. El mercado nacional, según el secretario de Estado, "está muy parado" y, además, no se aprecia "en el horizonte mucha capacidad de compra en el mercado doméstico" en los próximos años, por la falta de crédito y por la "difícil" situación económica que atraviesan las familias.
Precisamente este lunes también ha informado El Economista de que el Ministerio de Asuntos Exteriores incluye en su oferta para captar inversiones fuera de las fronteras españolas un tipo de sociedad para empresas y grupos extranjeros que permite a las empresas no residentes en nuestro país no tributar por los dividendos o participaciones en beneficios generadas por sus empresas filiales, es decir, beneficios fiscales. Lo cual puede ser interpretado como un agravio comparativo respecto a las empresas españolas, mucho más cargadas en impuestos.
Parece que el Gobierno llama a los extranjeros a salvar España. Pero ¿y los nacionales? ¿Por qué no beneficiarse de las mismas ventajas también?
Andrés Velázquez
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