Sr. Director:
Lo que en un principio parecían casos aislados y más bien pintorescos se ha convertido en un serio problema de confianza alimentaria.

La aparición de carne de caballo en diversos alimentos preparados de gran consumo ha sembrado la inquietud entre fabricantes, distribuidores y clientes de diferentes países.

Aunque se hayan descartado riesgos para la salud, lo cierto es que hemos asistido a un fraude inaceptable que debe ser erradicado de forma rápida para evitar males mayores y devolver así la confianza al consumidor en los productos naturales y auténticos.

Domingo Martínez Madrid