Será en un país próximo a España, dada la necesidad de contar con centros de logística, por lo que Francia, Portugal e Italia son los principales candidatos, junto al norte de Marruecos. La salida llegará en 2012 y probablemente se realice a través de la compra de una cadena similar a la española.
En todo caso, de lo que se trata es de exportar un modelo distinto. El modelo Carrefour, que adquirió su ventaja competitiva peleándose con los pequeños comercios primero y con sus proveedores después ha dado con la crisis síntomas de agotamiento. El grupo francés salvó sus resultados gracias a Asia (en particular, a China) y a Iberoamérica pero en Europa se encuentra en franca decadencia.
Frente a este modelo, Mercadona ha logrado mejorar sus resultados en España centrándose en cinco ejes: El Jefe (así llaman al cliente), el trabajador, el proveedor, la sociedad y el capital. Destaca la venta de productos con valor añadido, presentados de una forma innovadora y por los que el cliente está dispuesto a pagar un poco más. Mercadona ha puesto también en práctica una inusitada política de buen trato a sus trabajadores y, en la actualidad, busca garantizar a los proveedores la compra de sus productos por parte de los interproveedores (los que, por ejemplo, compran girasol para producir y envasar el aceite). Con esta última forma de entender la relación con los proveedores, llamada Estrategia Girasoles, Mercadona pretende que los agricultores tengan la seguridad de que se comprarán sus productos y, por tanto, tendrán la confianza para cultivar: No vamos a pagar más por nuestros productos por el hecho de ser españoles, señalaba Roig.
Aunque en Mercadona están dispuestos a salir de España, no habrá otro tipo de aventuras. Por ejemplo, la salida a Bolsa. Roig es claro y contesta simplemente con un No. Tampoco hay intención de incorporar nuevos consejeros, para los que Roig sigue el consejo de su padre, fundador del pequeño negocio de carnicerías que dio lugar al Grupo: Los consejos, con dinero, es decir, que el Consejo de la compañía tiene que estar jugándose su capital.
Rodrigo Martín
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