No lo hace por que sí, lo hace por fastidiar a su enemigo, el presidente de Iberdrola, Ignacio S. Galán. El presidente de ACS, Florentino Pérez, acaba de filtrar al diario El Mundo que en cuanto cobre el dinero de la venta de Gas Natural se comprará el 20% de Iberdrola y colocará a dos consejeros, que serán el presidente de Fenosa, Pedro López Jiménez -quien va diciendo que ya ha presidido Endesa y Fenosa, que sólo le queda Iberdrola- y a Chitín del Valle, el jurista dedicado a mojarle la oreja a Iberdrola desde hace más de un año.
La verdad es que es imposible porque la compra de Iberdrola fue apalancada, con créditos del BBVA, que, por de pronto, posee el 4% de ACS. Tiene que pagar, además, el próximo 13 de marzo, la renovación de derechos. Ahora mismo Florentino posee un 7,7% de Iberdrola y un 5,3% en derivados, con una minusvalía de 2.200 millones en la eléctrica a lo que hay que sumar otros 800 en la constructora alemana Hontieff. Como para ir de compras.
Además, Pérez ha abierto otro frente: el Real Madrid. No oculta que quiere volver al Presidencia, pero sí que quiere hacerlo por aclamación, sin elecciones, en principio previstas para el mes de junio, para ello, precisa que Vicente Boluda retire a Juan Villalonga y a la llamada Plataforma Ética Madridista, de Eduardo González de Blas, que no pasan de 500 socios pero que, al presentarse, provocarían unas elecciones y agotarían la vía de la unanimidad y la aclamación fervorosa y multitudinaria.
Además, no pretende ser presidente ejecutivo, sino una especie de Santiago Bernabéu, con un vicepresidente ejecutivo en quien delegar el día a día: Jorge Valdano, naturalmente.
De esa forma, y ya veremos, los March y los Albertos, principales accionistas de ACS, levantarían el veto para que Pérez compatibilice las presidencia del Real Madrid y de la constructora ACS.
Eulogio López
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