• La filial alemana arrastra hacia al abismo a la constructora española.
  • Marcelino Fernández Verdes abandona la construcción española para dedicarse a reflotar Hochtief, a su vez lastrada.
  • Además, consigue que su amigo Francisco Javier García Sanz utilice su influencia en Alemania para vender la marca ACS.

Florentino Pérez, presidente ACS, ha tenido que emplearse a fondo para salvar los trastos. La historia es ésta: la filial australiana de Hochtief, Leighton, antigua joya de la corona, se despedaza. Hochtief cae en barrena y se corre el riesgo de que arrastre al abismo a ACS, quien, naturalmente, compró apalancado.

Total, que había que actuar. Florentino Pérez envía a la semana a Marcelino Fernández Verdes uno de sus dos colaboradores (el otro es García Altozano, más financiero que gestor).

No sólo eso, pide ayuda a Francisco Javier García Sanz (en la imagen), vicepresidente ejecutivo del grupo Volkswagen, entusiasta del Real Madrid y, probablemente, el español con más influencia en el tejido político-industrial alemán, un pelín racista y poco amigo de que los españolitos controlen compañías germanas.

El problema de fondo sigue siendo, naturalmente, la deuda.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com