Perfil bajo por parte del Gobierno español. Todos ellos se muestran apenados por no poder estar en Cuba

En la tarde de este domingo llegaron a Madrid los 4 prisioneros políticos españoles extraditados por el régimen castrista. Era la condición para su liberación: libertad, sí, pero fuera de Cuba. Ellos pidieron ir con sus familias y el Gobierno se lo concedió. Sea, con las familias. Todos para España, salvo Pedro Pablo Alvárez Ramos, presidente del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos, condenado a 25 años de prisión, que ha llegado sin su familia.

Los otros tres son: Omar Pernet Hernández (tío de Bertha Antúnez), del Movimiento Pedro Luis Boitel, que había sido condenado a 25 años de prisión;
Alejandro González Raga, del Movimiento Cristiano Liberación, que fue condenado a 14 años de prisión y José Gabriel Ramón Castillo, periodista independiente que fue condenado a 20 años. En total han venido 17 personas: los cuatro presos y 13 familiares.

Todavía queda la incógnita de qué pasará con los otros tres liberados. Son Normando Hernández, Alfredo Pulido y Jorge Luis García Paneque. Los rumores señalan que iban a ser extraditados a Miami, aunque quizás terminen recalando en España.

Lo llamativo de esta salida es que el Ministerio de Exteriores ha optado por un perfil bajo. Es verdad que Moratinos lo ha vendido como un éxito de su política de distensión. El pasado lunes tuvo lugar un encuentro bilateral sobre Derechos Humanos en donde casualmente no estaban los cancilleres. El encuentro se desarrolló entre Rafael Dezcallar por la parte española y Abelardo Moreno por la parte cubana.

 

Pero no han sido "secuestrados" por la diplomacia española como lo fue Raúl Rivero a su llegada a España. Probablemente porque sabían que estos cuatro no se iban a dejar. Lo primero que han dicho es que esperan la liberación de sus compañeros, que tienen los mismos derechos a estar libres que ellos.

La disidencia ha interpretado estas liberaciones como un intercambio de "mercadería política". Algunos consideran incluso que se trata de un gesto del castrismo para ayudar a Zapatero en la recta final de la legislatura. Desde Miami, la asociación ‘Plantados hasta la Libertad y la Democracia en Cuba' se felicita por las excarcelaciones, pero advierte del uso de esta estrategia como "dádivas" que se entregan a gobernantes "con el mal intencionado fin de pedirles favores políticos". Una estrategia comenzada en la época de Carter con la liberación de 30 presos políticos cubanos. No, no es la primera vez, ni tampoco la vez que se ha liberado mayor número de presos.

‘Plantados' reclama "libertad sin destierro". Y es que muchos de los liberados aseguran que la decisión de salir fue difícil. Ninguno quiere abandonar su país. Y menos en un momento de delicada transición como el que nos encontramos.

Por último, la Federación Española de Asociaciones Cubanas (FECU) considera que esta "mueca" es un "paso" al que debe seguir "otro paso" para "caminar" hacia la transición. ¿El modelo? España. Primero: libertad de todos los presos políticos y después "abrimos las agendas", señala el secretario general de la FECU, Ernesto Gutiérrez Tamargo. "Todos los de cárcel, fuera; todo el exilio, dentro", resume Tamargo.