En contra de las ‘previsiones del presidente boliviano Evo Morales
El presidente de Bolivia, el cocalero Evo Morales, se tiró a la piscina. Anunció que Fidel Castro estaría al frente de las celebraciones cubanas del Primero de Mayo. Pero su estado de salud no le ha permitido asistir a las conmemoraciones del Día de los Trabajadores y ha tenido que ser su hermano Raúl –un hombre de mucha juventud acumulada también- quien haya encabezado los actos.
El anuncio de Morales forma parte de una propaganda que fue secundada por Hugo Chávez. Los dos hicieron el ridículo, aunque tampoco parece importarles demasiado. Lo destacable, sin embargo, el que Fidel no aparece en público desde el pasado 31 de julio. Sólo ha tenido fugaces apariciones televisivas y un largo articulo en el Granma, el periódico oficial del partido comunista cubano, el único periódico permitido en la isla-cárcel.
La evidencia se impone a pesar de la propaganda: Fidel no podrá volver a coger las riendas del gobierno cubano. La pregunta es: ¿ahora qué? Y lamentablemente, el gobierno español parece haber apostado por el continuismo. El mal gesto de no reunirse con la disidencia marca una senda: no apostar por una transición hacia la democracia. Porque tarde o temprano, la oposición democrática deberá de jugar un papel en el futuro del castrismo. Pero para el gobierno Zapatero, ese futuro todavía no ha llegado.