El presidente del BBVA, FG, nos ha salido europeista. En una entrevista concedida al Financial Times y publicada este lunes, FG reclama que haya un regulador y un supervisor único europeos que sean el BCE o bien un organismo cercano. Argumenta que la globalización y la integración de los mercados financieros europeos no puede permanecer con la paradoja de tener la regulación y la supervisión parcelada.
El comentario es racional, pero extemporáneo. No pudo llegar en peor momento. Es verdad que para construir un mercado europeo único de las finanzas necesitamos un único regulador y supervisor. Pero la realidad es que en materia financiera, Europa ha sufrido un duro y potente repliegue. Las nacionalizaciones han echado por la borda todos los esfuerzos de integración europea. Además, la AEB denuncia la competencia desleal de sus competidores europeos.
Quizás esto es lo que pretende evitar FG. Aunque probablemente ya es tarde. El mismo Gordon Brown anuncia un segundo paquete de intervenciones valorado en 20.000 millones de euros.
A lo mejor lo que pretendía indirectamente FG era apuntalar el argumento de la competencia desleal de la AEB. O quizás siente una presión del Banco de España que como se dice desde la Comunidad de Madrid tiene un gobernador nombrado sin consenso y recién saltado del gobierno.