Lo de Slim ya ha sido la gota que ha colmado el vaso. El presidente necesita mantener la cotización alta para evitar una OPA
Ligero mosqueo el de los analistas con el presidente del BBVA, Francisco González. Algo ya se dejó ver en el durísimo informe de Deutsche, que, con muy poca fraternidad sectorial comparó al BBVA con una paella apta para ser troceada. Algo por ejemplo, que nadie se atreve a decir del Santander de Emilio Botín… que es mucho más troceable que el BBVA.
La última, la que ha colmado el vaso –jueves 14- fue el anuncio de que Carlos Slim, el magnate mexicano, iba a comprar una participación "significativa" en el banco. Sabiendo que hablamos del consuegro de Felipe González, la cosa prometía, por lo que la cotización del BBVA se disparó un 3%. Apenas tres horas después llegaba le desmentido de la boca del yerno del propio Slim. ¿Qué está pasando?
FG llegó al sector bancario desde la intermediación bursátil, y siempre se ha considerado un corredor de bolsa, no un banquero. Si de algo sabe, es de mimar una cotización, especialmente si esto constituye su única baza para mantenerse en el poder, dado que el BBVA es una tecno-estructura donde todo el Consejo, si prescindimos de Telefónica, no alcanza el 1% del capital. Dicho de otra forma, su única protección contra una OPA hostil es una cotización elevado, un BBVA caro.
Por eso, algunos analistas comparan a FG con en mago que va sacando conejos de la chistera, pero el asunto comienza a molestar. Además, los fundamentales continúan sin funcionar. En otras palabras, desde que FG está al frente del BBVA, Santander, Popular o Sabadell han aumentado su cotización mucho más que el banco vasco.
La carrera hacia delante de FG por mantener alto el listón no se detiene. 24 horas después de que el Santander anunciara la venta de sus inmuebles –otra operación especulativa de Botín- BBVA decía algo parecido, una burbuja que se desinflaba en pocas horas, con la filtración añadida de que buscaban 100.000 metros cuadrados en el polígono madrileño de Las Tablas para su central operativa… cuando en Las Tablas no se dispone de esos metros.
Poco antes, FG intentó el fichaje de Juan María Nin, pero La Caixa se lo quitó. Y esto ocurría tras el ‘bluf' de la compra del Compass Bank en Estados Unidos –la oposición a una compra tan onerosa fue la causa del despido fulminante de Sánchez Asiaín- y después de que Financial Times se pitorreara sobre la conversión de las sucursales BBVA en tiendas de vajilla y menaje, lo que, eso sí, ha conseguido cabrear a los comerciantes españoles y a la patronal madrileña CEIM.
Para algunos analistas madrileños, FG está corriendo un riesgo importante: el de que el mercado no se crea los mensajes que emite.
Ahora FG se lleva a los periodistas bancarios a China. Y no es que los periodistas estén comprados. Quienes están "comprados" son los editores, que salen más caros pero son menos. A los periodistas españoles no se les pude llamar corruptos, en tal caso, sometidos. Los corruptos son los editores. Y la verdad es que el BBVA es el banco que más se gasa en publicidad y marketing entre los multimedias. Un detalle: ninguno de los dos periódicos más vendidos de España, El Mundo y El País, osan criticar a FG.