Sr. Director:

Sin querer, entró por mis ojos el avance, de la que será una de las películas más comentadas de este otoño.

Lo reconozco, sentí tanto miedo que soñé con la película.

Que diferente de la versión de la vida de Alexia que recordaba de cuando me la leyó por primera vez mi hermana (pues yo aún no sabía hacerlo).

¿Por qué le resulta tan difícil, a cierta gente, pensar que la mente de una niña pueda ser tan limpia, que entienda de verdad la Bondad Suprema, la Belleza, y el Amortodo ello con mayúsculas?

Por lo poco que vislumbré en dicho tráiler, la película es una visión adulta, y totalmente adulterada, de la vida de una niña, habremos de recordarlo. ¿Qué albergaba nuestro corazón y nuestra mente cuando éramos niños? Los recuerdos de lo que yo misma sentía en mi infancia no se parecen nada a toda esa ficción. La película en cuestión nos deja a los que aún confiamos en la bondad humana, como reflejo de la Divina, en posición de estúpidos indefensos ante la manipuladora existencia de gente malvada, (o incluso tonta, mucha precaución, puede ser cualquiera... padres y hermanos no excluidos).

La verdad es que sólo siento pena por el director y compañía, por supuesto. Pero también cierta tristeza por la familia de Alexia, que de verdad se merecen que les mandemos todo el cariño del mundo, pues no hay derecho que valga para hacerles sufrir de esta manera.

No hablemos de todas las injurias y momentos morbosos y falsos que refleja una película que se ha realizado sin su consentimiento y que pese a que ellos mismos solicitaron se les mantuviera aparte, han querido aprovechar el nombre de su familia, con el seguro propósito de hacer caja. En cuanto a esto último, no es necesario probarlo todo para saber lo que es malo y lo que es bueno, tras la pesadilla que sufrí con el tráiler, ya tuve bastante, para saber que no quiero verla, ni gratis, y que en nada se parece a la verdadera historia que me leyeron hace 20 años, verificada por la familia de Alexia, es decir, los que de verdad estuvieron allí con ella en todos los momentos importantes de su vida.

Acabo hablar con mi hermana de todo esto. Ella opina que es seguro que Alexia se está riendo en el cielo de todo esto. Yo sólo sé que Alexia era una heroína en mi infancia, y así lo sigue siendo.

Lidia Blanco

lbmarigorta@gmail.com