Defiende las listas abiertas y la moderación salarial

Interesantísima la entrevista que este domingo publicaba el ABC al ex presidente del Gobierno, Felipe González. Entre bromas, deja caer su distancia de Zapatero, aunque le bendice diciendo que lo único que no le gusta son las cejas. En realidad, no es lo único que le disgusta. Por ejemplo, se muestra claramente partidario de la energía nuclear. Justifica la moratoria impulsada por él mismo porque entonces no había tecnología para el tratamiento de residuos. Por eso se trataba de una ‘moratoria', "darnos tiempo". Ahora su posición ha cambiado y camina a contrapié del ecologismo gubernamental. "Yo les digo, si de verdad estáis en contra de la nuclear no se la compréis a Francia". Contundente. Sobre todo justo después de que se acaba de firmar el acuerdo de interconexión.

Más. González defiende las listas abiertas como una manera de mejorar la calidad democrática. También defiende la moderación salarial. "Los sindicatos se aferran a los ingresos y a los servicios sociales, pero lo importante es la crisis de competitividad". Incluso se atreve a dar consejos de política económica: prorrogar 3 años la amortización del capital de las hipotecas a los ciudadanos que lo soliciten. No da más detalles, pero ¿no es esta la ‘hipoteca Solbes' que ha tenido tan sólo 350 peticiones? Y por otra parte, si se suspende la amortización del capital, pero no de los intereses, ¿no están haciendo un negocio redondo los bancos?

En cuanto a las relaciones con la Iglesia señala que con su Gobierno tuvo estupendas relaciones con el Vaticano "porque no discutíamos de temas teológicos". Censura clara a un Gobierno Zapatero que discute con Camino sobre el origen de la vida y se pone a machacar con el matrimonio homosexual. "Zapatero cumple su programa a como de lugar". Por último, se permite criticar a Rato por haber cedido impuestos a las CCAA. "Un tipo inteligente como Rato cede impuestos cuando vamos hacia una armonización fiscal". Digamos que no es muy partidario de incrementar la cesión de los impuestos como pretende el Estatut.