No se han hecho amigos, pero Telefónica y Telmex intentarán evitar conflictos, especialmente judiciales y de regulación. El presidente de La Caixa persigue un acuerdo comercial entre ambas compañías, para que Telmex pueda operar en España y Brasil y Telefónica no encuentre tantos problemas en México. El caso PRISA queda aparte: Slim no quiere comprarla si no es por 1.000 millones de euros. Algo inaceptable para los Polanco

El presidente de La Caixa, Isidro Fainé, sentó a la misma mesa al presidente de Telefónica, César Alierta y su nuevo socio mexicano, Carlos Slim. Aprovechó la visita del propietario de Telmex y América Móvil a Barcelona, para participar en el quincuagésimo aniversario del Círculo de Economía. 

De entrada, Caixa posee el 5,7% de Telefónica e Isidro Fainé es vicepresidente primero de Telefónica. Ahora, al comprar el 20% de Inbursa, el banco propiedad de la familia Slim, se vio obligado a advertir antes a Alierta para que no se enfadara, pero el objetivo último iba a más.

Empecemos por el final, no es que el almuerzo sirviera para amigar a tan irreconciliables enemigos, pero sí surgió la propuesta de evitar conflictos judiciales y ante las autoridades regulatorias.

Slim se quejó de que nunca le ha dejado entrar en España, y Alierta aludió a todos las zancadillas que Telmex y América Móvil imponen a Telefónica en el país hispano a más poblado. En definitiva, el acuerdo comercial, aunque todavía faltan muchos almuerzos para estrecharse la mano, quedó planteado: Que Telefónica le abra el camino en España y que cesen las hostilidades en Brasil, y que Telmex permita una competencia limpia en México.

También se habló de PRISA, y del empeño de Juan Luis Cebrián y la familia Polanco en que Telmex entre en su accionariado y alivie de esta manera una deuda de 5.200 millones de euros -algunos analistas lo elevan a 5.700 millones-. Como ya hemos informado el Imperio PRISA se desmorona.

En este punto, la situación de Alierta es singular. Por una parte, no le agrada especialmente que Slim entre en España con PRISA por bandera. Por otra, estaría feliz de que Slim aliviara a los Polanco porque, de otra forma, está convencido de que será Telefónica quien tenga que comprar el fardo más notable del Grupo: Digital . O comprar, o decirle que no a PRISA, por segunda vez. Recordemos que Telefónica acudió a la OPA de Sogecable a favor de los intereses de sus accionistas pero en contra de los intereses de los Polanco y de Janli Cebrián.