La Federación ha dirigido una carta a las ministras de Cultura y de Educación y Ciencia en la que propone el análisis de cinco medidas para aplicar la gratuidad sin caer en el despilfarro, como la entrega de los libros en régimen de préstamo, la aplicación de la medida sólo en colegios públicos y concertados y el control sobre las editoriales para evitar actualizaciones injustificadas de los contenidos.
Tras la polémica suscitada sobre los libros de texto y el anuncio de que el Gobierno implantará la gratuidad de los mismos realizado por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, la Federación de Consumidores en Acción (FACUA) demanda al Ejecutivo la creación de una mesa de debate en la que también se dé participación a las asociaciones de consumidores y de padres de alumnos.
FACUA ha dirigido una carta a las ministras de Cultura, Carmen Calvo Poyato, y de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, en la que propone el análisis de cinco medidas para socializar los libros de texto y aplicar su gratuidad en la enseñanza obligatoria a fin de evitar que el importante gasto que esto conllevaría para el Estado se convierta en un despilfarro.
Así, la Federación considera que la entrega de los libros a los estudiantes debería realizarse en régimen de préstamo, ya que sería un auténtico derroche que los alumnos obtuviesen cada año unos libros que luego no fuesen reutilizados. En este sentido, FACUA cree que la mejor fórmula sería que los estudiantes recibiesen en su centro de enseñanza al inicio del curso su paquete de libros y al final del mismo los devolviesen, a fin de que el año siguiente otro alumno pudiese disfrutar de los mismos y, en caso de no devolverlos, la familia tendría que abonar al centro el precio de los libros. Una medida de la que habría que excluir los cuadernos de ejercicios que deben ser escritos por los estudiantes y, por tanto, difícilmente reutilizables.
Por otro lado, la Federación plantea que cabe analizar si sería procedente que todas las familias españolas con hijos estudiando en la enseñanza obligatoria accediesen a libros gratuitos o sólo aquéllas cuyas rentas no superasen una determinada cantidad y sus hijos se encuentren matriculados en colegios públicos o concertados.
Elección de las editoriales
En cuanto a la elección de las editoriales, que actualmente se decide por parte de cada centro educativo, FACUA considera que debería adoptarse en el seno, siempre fruto del debate con los agentes implicados, del Ministerio de Educación y Ciencia, dado que será el Gobierno quien tendrá que negociar los precios con dichas empresas para optar por aquélla o aquéllas que ofrezcan la mejor relación calidad educativa-precio.
Asimismo, para garantizar la reutilización de los libros, el Gobierno deberá optar por editoriales que no conviertan los libros de texto en cuadernos de ejercicios con el fin de que los mismos puedan ser devueltos en perfectas condiciones de uso, siendo dichos cuadernos siempre editados de forma separada y complementaria.
En quinto lugar, FACUA entiende fundamental que el Gobierno ejerza el suficiente control para garantizar que las editoriales por las que optase no procedan, como lamentablemente ocurre en la actualidad, a modificar innecesariamente los contenidos de los libros de texto para provocar que los de cursos anteriores no puedan volver a utilizarse. Así, dichos contenidos deberían mantenerse inalterados durante el periodo que el Ministerio de Educación y Ciencia considere oportuno desde el punto de vista educativo.
FACUA
www.facua.org