Sr. Director:
En 1938 una mujer alemana pidió al Gobierno la muerte de su nieto recién nacido con malformaciones. Hitler, por supuesto, aceptó la petición. Un tiempo después se hizo obligatorio declarar el nacimiento de esos niños, justificándolo como un paso hacia "el progreso de la humanidad".
Ahora estamos viendo cómo en algunos países de Europa se quiere matar a los niños también por motivos parecidos: "Ayuda humana para aliviar el sufrimiento", "poner a dormir al sujeto".
Y nos lo venden, afirmando que los niños han de soportar unos dolores y sufrimientos inaguantables. ¿No conocen los cuidados paliativos que consiguen eliminar el dolor en estos casos?
Covadonga Díaz
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