Todo parece indicar que Eurovegas se instalará en España de la mano del magnate Sheldon Adelson.
La pelota ahora está si en Barcelona o en Madrid. Las autoridades catalanas, el mismo President de la Generalitat, está apostando por que sea Barcelona, ante la perspectiva de la creación de miles de empleos, plazas hoteleras o campos de golf.
Ante este hecho me parece importante comentar los resultados de un estudio profundo, los cuales muestran las repercusiones de este tipo de complejos lúdicos. Por ejemplo: El estado de Nevada, donde se encuentra Las Vegas, destaca por tener las mayores tasas de desempleo, de ejecuciones hipotecarias y de criminalidad de Estados Unidos. El informe de la (NGISC: National Gambling Impact Study Commission) destacaba que la posibilidad de convertirse en un ludópata aumentaba en más de un 75% si se vivía a menos de diez millas de uno de estos casinos gigantes, o que el porcentaje de los que han sido arrestados alguna vez aumenta según su mayor relación con el juego. También los costes sociales se incrementan: los ludópatas consumen drogas, pierden sus trabajos, sufren episodios depresivos o trastornos maníacos y se divorcian, en tasas muy superiores a los no jugadores. Además, un 20% de estos adictos se suicidan.
Ante datos como estos cabe la pregunta: ¿vale la pena crear empleo a costa de fomentar el vicio, que en cualquiera de sus formas, degrada al hombre y lo destruye? ¿O es que la única vara de medir válida es la del dinero? Me parece, Sr. Mas y compañía, responsables del resto de las administraciones, que sería necesario hacer antes un serio estudio y analizar si realmente nos comportaran, en términos globales, ni siquiera beneficio económico.
José Morales Martín