La magistratura de Trabajo ha dado la razón a Eurobank y ha considerado procedente el despido de Ferrán Fernández, la mano derecha del ex presidente de Eurobank, Eduardo Pascual. El nuevo presidente y responsable del proceso de reflotamiento, Rubén Manso, no aceptó un despido que tenía toda la pinta de ser un despido amañado.
En efecto, Ferrán Fernández trabaja ahora en las empresas del propio Pascual. Su salida del banco se instrumentó mediante un despido por razones que cualquier juez en su sano juicio habría calificado como improcedentes. De esta forma, Fernández habría cobrado una indemnización que previsiblemente habría superado los 60.000 euros, al tiempo que habría cobrado el blindaje, cifrado en otros 150.000 euros, además de no haber lugar para pagar salarios de tramitación. La sentencia da la razón a la empresa y se la niega al trabajador en todos y cada uno de los puntos. Por tanto, Eurobank puede acudir ahora a los tribunales para exigir la devolución de otros gastos realizados por la mano derecha de Pascual con cago a la entidad. Por ejemplo, en un solo mes, Fernández presentó gastos de representación por 6.000 euros, además de utilizar la tarjeta del Eurobank para sacar dinero en efectivo de los cajeros, una práctica cuando menos singular en el mundo empresarial. Como guinda de la tarta, un día antes de la quiebra, Fernández retiró sus ahorros de Eurobank.
Y todo ello indica que, aunque lentamente, se empieza a hacer justicia en el caso Eurobank. Naturalmente, Ferrán Fernández no deja de ser una pieza menor comparándola con el ex presidente y aún primer accionista de la entidad, Eduardo Pascual.